Todo buen escalador debe conocer a la perfección todo el equipamiento que necesita a la hora de emprender cualquier tipo de actividad. Tanto los profesionales como los principiantes deben prestar especial atención a esto, no sólo para optimizar su rendimiento, sino para evitar cualquier tipo de lesión que pueda poner en riesgo nuestra salud. En esta ocasión nos centraremos en tan sólo uno de los equipamientos imprescindibles para todo aquel que se quiera dedicar a escalar: el calzado.
Todo buen montañista sabe que no todo calzado sirve para cualquier ocasión. Una mala elección en este punto puede ser catastrófico, condenando al fracaso nuestra travesía. Si bien las elecciones suelen ser cuestiones de gustos y preferencias, podemos dar algunos lineamientos generales que pueden resultar de utilidad 😉
Para empezar, debemos tener en cuenta tres factores: qué tipo de actividad haremos, en qué terreno y con qué clima. No es lo mismo un clima donde llueve con un terreno de piedra, que un sitio más arenoso con un clima seca. La resistencia, el agarre o la protección son algunos factores cruciales a la hora de elegir un calzado.
Las zapatillas para escalar se las suele conocer como «pie de gato» y son simétricas o asimétricas; rígidas, rígidas o blandas.
Las zapatillas simétricas son ideales para aquellas personas que se han iniciado hace poco en este tipo de actividades, ya que brindan un mayor confort, cansando menos nuestro pie y permitiendo un agarre y resistencia aceptables. También son una buena opción si la escalada es muy larga, por las razones previamente dichas.
Por otro lado las zapatillas asimétricas son más duras, un poco menos cómodas, pero son ideales para competición de alto nivel y para rutas más complicadas y duras, permitiendo que el pie se amolde mejor 🙂 [Leer más…]